Iniciar la alimentación complementaria (AC) es uno de los momentos más emocionantes y, a la vez, más llenos de dudas para muchas mamás. Escuchas de todo: que si el BLW es lo mejor, que si las papillas son “anticuadas”, que si tu bebé “ya debería” comer solo… Y entre tanta opinión, es normal sentir miedo de equivocarse.
Hoy quiero explicarte, desde mi experiencia como Nutricionista Clínica Pediátrica, por qué el método mixto puede ser la mejor opción para ti y tu bebé, combinando la seguridad nutricional con la autonomía para comer.
Primero, recordemos: ¿qué es el BLW?
El Baby Led Weaning (BLW) o alimentación autorregulada por el bebé es un enfoque donde tu pequeño come trozos de comida que puede agarrar con sus manitas, sin necesidad de que un adulto lo alimente con cuchara.
Una de sus grandes ventajas es que permite al bebé explorar, decidir cuánto comer y cuándo parar, respetando su hambre y su saciedad. Esto favorece la independencia, la coordinación mano-boca y la masticación temprana.
Muchos padres se sienten atraídos por esta idea porque la hora de comer se convierte en una experiencia divertida y participativa. Además, varios estudios muestran que los niños que siguen BLW desarrollan habilidades motoras y orales más rápido.
Pero aquí viene algo importante: científicamente, no hay evidencia de que el BLW sea mejor que las papillas para evitar sobrepeso o garantizar una mejor nutrición. Es decir, ambos enfoques pueden funcionar bien si se aplican correctamente.
¿Y qué pasa con las papillas?
Las papillas han sido un clásico de generación en generación. Y aunque hoy algunas corrientes las critican, lo cierto es que bien utilizadas, siguen siendo una herramienta segura y útil.
Las papillas, y aquí quiero aclarar, no significan dar líquidos aguados sin textura. Una buena papilla debe ser grumosa, con pequeños trocitos para que el bebé practique mover la lengua y trabajar encías y mandíbula. Además, iniciar una alimentación complementaria tradicional o de papillas no significa que esta se mantenga igual hasta los 12 meses, sino que las texturas igual necesitan progresar hasta sólidos y sólidos blandos en ese transcurso de tiempo. Esto quiere decir, tu bebé a los 10 meses ya debería de poder progresar a una textura BLW o de sólidos blandos para poder incorporarse a las comidas familiares a los 12 meses.
Ofrecer alimentos ricos en proteína y hierro (como pollo, carne, legumbres) en forma de puré grumoso es una forma efectiva de asegurar que el bebé obtenga estos nutrientes esenciales. Recordemos que a partir de los 6 meses, las reservas de hierro que tenía desde el embarazo comienzan a bajar, y es clave reponerlas, te dejo aquí otro post de eso.

Entonces… ¿por qué elegir uno solo?
Aquí es donde aparece el enfoque que más recomiendo: el método mixto (y el que recomiendo en mis guías eBooks)
El método mixto no es más que tomar lo mejor de ambos mundos: la autonomía y exploración del BLW, con la seguridad y aporte nutricional de las papillas.
¿Por qué lo recomiendo? Porque cada bebé es único. Algunos bebés disfrutan desde el primer día sostener un trozo de zanahoria cocida y llevarlo a la boca. Otros necesitan más tiempo para adaptarse a nuevas texturas y sabores. Algunos bebés tienen más o menos habilidades motoras, más o menos apetito. Y cada familia tiene rutinas, tiempos y realidades distintas.
El método mixto flexibiliza la alimentación complementaria, haciéndola más amable para la mamá y más segura para el bebé.
Beneficios del método mixto
– Mayor seguridad nutricional: asegurar hierro y proteínas ofreciendo purés grumosos o papillas bien hechas.
– Más confianza para la mamá: muchas mamás se sienten inseguras al ver a su bebé con trozos por miedo al atragantamiento. Con el método mixto, tienen la seguridad de que, aunque explore trozos, recibe nutrientes clave.
– Progresión de texturas: facilita que el bebé pase gradualmente de purés a trozos, respetando su ritmo.
– Favorece la independencia: permite la autorregulación del apetito y la participación activa en la comida.
– Flexible para la rutina familiar: no todas las comidas tienen que ser 100% BLW o 100% papilla.
Cómo aplicar el método mixto en casa
Aquí te doy una guía general, pero recuerda: siempre debe adaptarse a tu bebé y a tu familia. Si puedes, busca acompañamiento profesional para sentirte aún más segura.
Proteínas y alimentos ricos en hierro: ofrécelos preferiblemente en forma de puré grumoso o triturado (por ejemplo: carne molida cocida, pollo desmenuzado mezclado con puré de verduras).
Otros alimentos: frutas blandas, palitos de verduras cocidas (zanahoria, calabaza, brócoli), palitos de aguacate o pan casero pueden ofrecerse en formato BLW para que el bebé experimente texturas, sabores y practique la pinza.
Respeta el ritmo: algunos días tu bebé comerá más de la papilla, otros preferirán explorar más los trozos. Todo es válido siempre que haya supervisión y se mantenga la variedad. Si tu bebé tiene más preferencia por los trozos blandos, es una luz verde para ofrecer más en esa textura!
Siempre supervisa: el bebé debe estar sentado, con la espalda recta y bajo supervisión directa mientras come.
Mantén un ambiente tranquilo: sin pantallas, sin distracciones, sin presiones. Recuerda que la alimentación complementaria también es un momento de aprendizaje.
¿Qué dicen los estudios sobre el método mixto?
Aunque la evidencia directa del “método mixto” como tal aún es limitada, las recomendaciones actuales favorecen una alimentación perceptiva y flexible, adaptada a cada niño. Varios estudios señalan que no existe diferencia significativa en peso o estado nutricional entre bebés alimentados solo con BLW o solo con papillas, siempre que la alimentación esté bien planificada.
Por eso, como profesional, mi experiencia con tantas familias me confirma que tomar lo mejor de cada enfoque da resultados prácticos y reales: niños bien nutridos, mamás más tranquilas y menos estrés en la mesa.
Mi consejo para ti
Si después de leer esto quieres sentirte aún más segura al iniciar la alimentación complementaria, recuerda que no tienes que hacerlo sola. Preparé mis eBooks justamente para ayudarte paso a paso, con ideas claras, menús prácticos y recetas pensadas para bebés reales y familias reales.
En mi guía “Mi bebé empieza a comer” encontrarás todo lo esencial para empezar bien, y en “Crecer juntos, Comer juntos” tienes recetas fáciles y nutritivas que aplican perfecto si quieres usar el método mixto. Es la forma más práctica de resolver dudas diarias y sentirte tranquila de que estás alimentando a tu bebé de forma segura y variada.
Además puedes llevártelos juntos en un precio promocional de bundle! Si quieres saber más haz clic aquí o en la imagen!

Tranquila, mamá. No hay forma perfecta de hacerlo. Lo más importante es que tu bebé coma de forma segura, variada y respetuosa con su ritmo.
Si sientes que necesitas apoyo, recuerda que no estás sola. Buscar orientación profesional puede ayudarte a planificar mejor los menús, saber qué ofrecer y cómo avanzar de forma segura